El hormigón impreso requiere de un mantenimiento según uso, esto puede variar de 3 a 5 años. El mantenimiento es muy sencillo, consiste en lavar la superficie, para eliminar restos de polvo, suciedad incrustada y grasas. Una vez seca se procede al “retopping” que consiste en aplicar una nueva capa de resina sobre la superficie de nuestro hormigón impreso. Con lo que conseguimos darle el brillo, y los colores que tenía en sus origenes.